Esa
es una de las grandes preguntas que se formulan tanto los que quieren contratar
a un profesional para que les ayude con la decoración de su casa o negocio, como
esas personas amantes de los espacios bonitos que no saben hacia dónde
canalizar sus estudios ni qué cursos elegir. Lo cierto es que existen muchas diferencias
entre ambas profesiones y es muy beneficioso conocerlas para acertar con la
elección.
Por ejemplo, un decorador estudia el espacio, la orientación, la luz y cómo esta interactúa, la
colocación de los muebles, los materiales existentes... Y su función es vestir
y reorganizar esa estancia, buscando definir un ambiente, una sensación, en un
espacio que ya le viene diseñado... Su búsqueda para la mejora del lugar es a
través de la estética.
En cambio un interiorista debe ser capaz de distribuir y modificar el espacio, transformando totalmente
el lugar, para adaptarlo a las nuevas necesidades y gustos de los propietarios.
Por ese motivo tiene la capacidad de decidir qué paredes hay que tirar, qué
instalaciones hacen falta, qué materiales deben usarse... La mejora del
espacio, en este caso, tiene un componente tanto estético como funcional, lo
que se podría considerar un punto entremedio entre la arquitectura y la
decoración.
Una vez has determinado qué
tipo de intervención necesitas y, por lo tanto, qué profesional debes elegir (o
qué tipo de estudios decides cursar), nuestro consejo es que escojas en función
de su estilo... Hay muchos
profesionales donde elegir, pero cada uno tiene su propio sello de identidad y
su forma de trabajar, así que elije el que encaje contigo, no intentes forzar a
alguien que domina el estilo clásico, por ejemplo, a que trabaje un
interiorismo minimalista, debes enamorarte de su sello de identidad. En este caso el corazón (y las buenas referencias)
siempre aciertan! Feliz miércoles!
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