Esta granja de 1850 en Long Island fue reformada para acoger durante el verano a una familia que, sin duda, quiso llenar de luz y serenidad esta acogedora y alegre vivienda, repleta de piezas con historia que le aportan carácter y alma. Las atrevidas apuestas por el arte y el color añaden ese detalle sorprendente que hacen que el diseño de esta casa sea, simplemente, perfecto! Y para que todo fluya con elegancia y equilibrio, un escenario blanco, en paredes, techos y suelos, que lo enmarca e ilumina todo...
Via Lonny |
Pequeños recuerdos de su pasado granjero añaden un toque country chic que la hace cálida y hogareña, pero las piezas vintage afrancesadas aportan un aire de elegancia clásica, que se rompe con explosiones de color y extravagancia chic. Un eclecticismo muy sutil, que se suaviza sobretodo en las habitaciones y baño, pero con personalidad propia que consigue armonizar cada elemento de la decoración para una decoración única... Feliz martes!!!
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